Beneficios de una buena conversación

Sólo existe una manera de hacer que un ser evolucione: escucharle y hacerse oír por él.

¿No te ha pasado más de una vez que una buena conversación te devuelve el buen humor, la risa o las ganas de seguir adelante? Creo sinceramente que es un hecho. Gracias a una buena conversación conectamos y activamos nuestras emociones, intereses, pasiones. Una buena conversación nos puede beneficiar personalmente y a la pareja.

Primero, lo que me resulta más importante es que no hay alejamiento. Me gusta mucho porque he experimentado esta sensación y puedo confirmar que es muy penosa y nociva. Cuando no hay conexión o enfrentamiento aparecen la ausencia, la ignorancia, la pasividad. Son sensaciones muy dañinas y dolorosas en cualquier tipo de relación. Aquí, por muy complicada o difícil que pueda ser la conversación/discusión es preferible al alejamiento.

En segundo lugar la conversación nos da poder. Ciertamente no se puede cambiar a la persona, y mucho menos con una confrontación o conversación tensa. Lo que sí se puede hacer es promover cambios. A lo mejor no nos damos cuenta, pero a mi me ha pasado muchas veces que una buena conversación me ha inspirado y animado a cambiar algunas cosas, reconsiderar algunas opiniones o incluso atreverme a enfrentarme con algún desafío. De hecho, muchas de las decisiones más importantes de mi vida han sido inspiradas por conversaciones o discusiones.

Precisamente, estos cambios que me provocaron las buenas conversaciones produjeron un verdadero crecimiento personal. Puede que el enfrentamiento te ayude a descubrir algunas emociones nuevas, algunas facetas de la persona que no conocías. Puede que a los dos, o a uno de vosotros, le ayude a ser una persona mejor. Todo son ventajas.

 Sólo existe una manera de hacer que un ser evolucione: escucharle y hacerse oír por él.

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Finalmente, la conversación proporciona un beneficio muy sencillo: aclara la realidad. Nos gusta mucho asumir, poner etiquetas sobre las personas, comportamientos, situaciones. Puede ser muy peligroso y también nocivo. Lo más seguro y fácil es hablar y conocer la realidad de la persona en directo. Es muy lógico, pero muchas veces nos provoca pavor, miedo o pereza. Nos conformamos con lo que hay para no crear una situación incómoda.

Está claro que una buena conversación es todo un arte. Es muy complicada y delicada. Requiere trabajo y esfuerzo si es que queremos que resulte positiva. Una buena comunicación nos aporta apoyo mutuo y es una oportunidad para conocernos e intimar más.

Realmente creo que nos interesa saber cómo sostener estas buenas conversaciones. Es una herramienta que puede salvar nuestro matrimonio, pero también sacar mejor provecho de muchas relaciones y amistades.

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