Hace unos días, estuvimos viendo un documental sobre los efectos colaterales de la pandemia y me di cuenta de éste gran cambio de realidad. Está claro que la época del COVID-19 nos afectará en muchos ámbitos de la vida. Los efectos que más me llaman la atención son la apatía y el desanimo por culpa de tantas restricciones y limitaciones. Y es normal, el cambio ha sido muy intenso y aún no sabemos cuándo mejorarán nuestras circunstancias.
Por otro lado es cierto que también han surgido cosas buenas: pasamos más tiempo con nuestras familias (sobre todo los hijos), hacemos un turismo de más proximidad, mucha gente se atrevió a introducir cambios o reinventarse en su profesión, y yo personalmente me siento más agradecida dado que hay muchas cosas buenas en el día a día y aprendí a agradecer lo más pequeño.
Lo que sí escucho una y otra vez es la sensación de la apatía y desánimo que siente mucha gente que estaba acostumbrada a viajar mucho, a hacer planes a largo plazo y a tener una vida social intensa. Pero por otro lado es verdad que nuestra felicidad depende de cómo interpretamos lo que nos está pasando, qué es lo que vemos de bueno en estas circunstancias. En definitiva, es fácil dejarse arrastrar por la pereza y el desánimo que quizás se han apoderado en nuestras vidas y por lo tanto también de nuestra relación de pareja.
Y de esto es precisamente de lo que quería hablarte, de la pereza en pareja que fácilmente nos ha podido afectar estos últimos meses. No obstante esta pereza no tiene por qué estar motivada solamente en tiempos de pandemia, que es lo primero que se nos ocurre. En la vida de pareja, en un matrimonio, hay épocas en que vivimos con menos ganas, en que dudamos de muchas cosas, en que nos aburrimos o dejamos de hacer cosas juntos. A nosotros también nos pasó alguna vez. Un día te das cuenta de que hace tiempo que aparcasteis algún tema en común por alguna razón… o sin más. Os da pereza hablar, sacar el asunto, y no sabéis qué hacer. Eso es lo que yo defino como la pereza en pareja.
¿Y cuáles pueden ser los síntomas? Cada uno lo puede sentir de forma diferente, pero a mi se me ocurren estos tres que también nosotros hemos detectado algunas veces en nuestra relación:
- Notas que dejasteis de hablar a un nivel más profundo, y que solamente os comunicáis sobre lo más básico y práctico (qué hay que comprar, cuando vuelves, qué hay para cenar, etc.).
- Preferís que en la comida, cena, desayuno… os acompañen la tele, los móviles o la radio.
- Siempre existe alguna excusa para no pasar tiempo juntos.
Si os veis reflejados, puede que os esté afectando la pereza en pareja. Pero tranquilos: es algo normal. Hay épocas que nos superan, que los problemas y las preocupaciones nos abruman, o como en esta época del COVID-19 nos sentimos ya hartos de lo mismo. Si eres consciente de la situación estás a tiempo para actuar. Te comparto tres sencillos pasos para poder vencer este vicio que a la larga puede dañar vuestra relación:
- Tranquilízate y relájate: es algo normal, no se puede estar siempre eufórico y vivir todo con total intensidad. Date cuenta de que hay muchos factores que no están a vuestro favor y que no es fácil sacar energía o entusiasmo de la realidad que vivimos.
- Saca el tema cuanto antes: busca un buen momento para hablarlo tranquilamente y pregúntale a tu pareja qué opina y si siente lo mismo. Es un buen comienzo.
- Una vez lo tenéis claro tomad una decisión: ¿Qué es lo que podemos hacer para animar y reconectar nuestra relación? ¿Qué es lo que nos apetece? ¿Cuándo lo vamos a hacer? Es importante empezar a hacerlo un día en concreto y apuntarlo como una cita, un hábito. Por ejemplo: por las mañanas nos levantaremos un poco mas pronto y daremos un paseo; o un día a la semana acostaremos a los niños antes y vemos una peli o leemos algo juntos. Aquí cada pareja tiene que decidir según la época que vive y las posibilidades que tiene.
Me gustaría insistir en que lo más importante aquí es ser muy intencionales y estrictos con la decisión de cambio, de crear un hábito juntos. Lo más seguro es que si lo convertís en una costumbre, en algo que esté marcado en la agenda y que hacéis con regularidad, vais a ver los resultados. James Clear en su libro «Atomic Habits» nos recuerda que lo que nos hace buenos en algo, expertos, profesionales, no es tener un título o lo que aprendimos en su día, sino la acción repetida. Un deportista se convierte en atleta entrenando todos los días; yo soy violinista porque ensayo todos los días; el chef lo es porque prepara comidas todos los días… Estos pequeños pero constantes hábitos nos hacen profesionales, expertos en el tema.
Además, esta temporada te voy a proponer algunos hábitos muy sencillos que pueden ser muy poderosos en tu matrimonio. En breve estarán disponibles.
Así que aquí te lo dejo. Para vencer la pereza en pareja empieza un hábito, por pequeño que sea lo importante es establecerlo como algo que forme parte de vuestro día a día en pareja. Así venceréis ese desanimo que en los tiempos que vivimos puede apoderarse de vuestra relación y, si no reaccionáis a tiempo, haceros un daño mayor. Se diseñador no espectador de tu relación.