Mundial y el arte de un gran equipo

En el matrimonio no se trata de ganar, sino de perdurar.

Soy hija de un verdadero entusiasta del fútbol. Tengo la imagen de mi padre grabada viendo partidos u olimpiadas totalmente entregado y apasionado con los juegos. Aunque yo carezco de esa pasión me parece admirable y espectacular lo que el cuerpo humano es capaz de conseguir, y reconozco que también me engancho cuando hay partidos importantes.

El mundial de este año crea expectativas y como siempre en España es un tema en boca de todos, y suponemos que lo mismo sucede en otros países en que participan sus selecciones, así que todos tenemos ganas de ver qué va a pasar durante estas próximas semanas.

¿Por qué el fútbol levanta tantas pasiones, atención e interés? Se me ocurren tres razones:

  • Es muy dinámico e imprevisible.
  • Es un espectáculo seguido por millones de personas.
  • Nos provoca momentos de euforia y de mucha emoción.

A pesar de lo espectacular que puede llegar a ser un partido de fútbol, hay momentos que provocan discusiones, enfados o incluso un malestar de los espectadores y de los mismos equipos. En más de una ocasión, cuando seguimos grandes eventos como las copas o los mundiales, hemos visto y oído más críticas que admiraciones ¿Por qué acabamos decepcionados? Creo que en el fondo esperamos algo más que ver un espectáculo. El enfoque está más en la competición y los resultados. Queremos ver que el resultado nos favorezca. Lo que nos mueve es competir para ganar, y nada más.

¿Entonces dónde está la diversión, el espectáculo, la lucha de fuerzas, la perseverancia, el virtuosismo…? ¿Solo importa el hecho de competir para ganar, o se juega para demostrar un gran trabajo de equipo donde se luzcan talentos, maestría y virtudes?

Se me ocurre una analogía con el matrimonio. Nos casamos para formar un buen equipo, que luzca una buena sintonía, dinámica, fuerza. Pero quizá pasado un tiempo olvidamos la idea de que estamos en el mismo bando y puede que perdamos el enfoque de formar un gran equipo.

 Muchos matrimonios estarían mejor si la esposa y el marido tuvieran claro que están en el mismo equipo

Zig Ziglar

¿Sabíais que la palabra «competir» viene del verbo latín competere que significa «buscar juntos»? Eso quiere decir que la competición consiste más bien en el crecimiento y el aprendizaje que pueden elevar el potencial de cada uno, un ambiente donde se puede perdurar, aspirar a lo mejor. Crecer y fortalecer las virtudes para seguir creando un buen equipo.

Me detengo a reflexionar sobre esta dinámica en mi matrimonio. Quiero que sea una muestra de fortaleza y con las virtudes de un buen equipo. Donde se trate de jugar bien, de apoyar y aprender uno del otro, y demostrar que todo es un proceso. No se trata de contar los goles, penaltis, o demostrar quién gana. Es una muestra de lo mejor que tiene cada uno para formar un gran equipo y disfrutar de un largo futuro.

¿Qué pensáis sobre este tema? ¿Sois conscientes de la importancia de formar un buen equipo, o soléis competir uno con el otro? ¡Animaros a compartir vuestras ideas!

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