Si hay algo que ahora, durante la pandemia, echamos todos de menos, son las fiestas y celebraciones. Confieso que incluso a mí, que no soy muy de fiestas, se me hace raro no participar en alguna celebración desde hace ya tiempo. Es algo que todos necesitamos: un momento de parar y destacar una fecha importante, ya sea un cumpleaños, un aniversario o una boda. Y no lo necesitamos solamente para divertirnos y relajarnos en un buen ambiente, sino sobre todo para estar junto a la gente que queremos. Agradecer, reconocer y compartir todo lo que nos brinda la vida, porque siempre hay razones y motivos.
De hecho, es lo que más se nos queda grabado, de lo que mejor nos acordamos. Julio a menudo me recuerda esos momentos de celebración cuando tengo un bajón o me siento desmotivada por alguna razón. Lo que realmente nos importa es la gente, nuestras familias y pareja. Si te paras a pensar en qué es realmente lo que recuerdas mejor, lo que permanece en tu memoria… ¿son los días de trabajo, los méritos y desafíos de tu carrera, el día a día…? ¿o más bien las celebraciones, las aventuras y los viajes con amigos y familia? Los que se nos quedan grabados son estos momentos en los que conectamos con gente, sentimos cercanía, alegría, y nos afirmamos en nuestras familias y círculos más cercanos.
Pues sucede igual en pareja: vuestra historia, el pasado, juegan un papel muy importante. John Gottman dice: «las parejas que contemplan de forma positiva la historia de su matrimonio tienen muchas probabilidades de tener un futuro feliz». En otras palabras, recordar los buenos momentos es una señal de que la pareja está bien. Por lo tanto es importante primero vivir buenos momentos construyendo nuestra historia, y luego hacer memoria de ellos y tomar tiempo para celebrarlos.
Hay dos razones por las que se convierten en un hábito atómico:
- Son un momento para agradecer todo lo que tenemos y hemos vivido, ya sea un aniversario, cumpleaños, San Valentín… cualquier momento es bueno. Cuando cultivamos el sentimiento de agradecimiento somos más felices y conscientes de las muchas cosas buenas que tenemos. Es un antídoto contra la depresión y tristeza, y además nos hace más humildes.
- Nos sentimos motivados y afirmados en nuestra relación. Cuando destacamos alguna fecha con una celebración hablamos de nuestra historia y le damos importancia, y recordamos momentos emocionantes y felices. Nos damos cuenta de que ya tenemos nuestra historia singular que quizás queramos llevar a otro nivel, mejorar algunas cosas y seguir con lo que funciona. Es tomar tiempo para afirmar, motivar y continuar en la dirección que elegimos.
Nosotros este año vamos a perdernos la boda de mi mejor amiga, Lois, que vive en EEUU. Lo hemos hablado mucho y nos da mucha pena no poder asistir, pero al final, dadas las circunstancias, van a hacer una celebración muy sencilla solamente con padres y hermanos. Ya nos hemos comprometido a celebrarlo cuanto antes se pueda, pero es cierto que no será lo mismo y sentimos que estamos perdiendo ese momento tan especial de estar con ellos. Lo normal, y lo mejor, sería estar allí, abrazarles, divertirnos y celebrarlo juntos.
Durante esta época de pandemia a todos nos afecta la monotonía, los días iguales de restricciones y sin saber cuándo cambiarán las cosas. Es difícil ilusionarte con alguna fecha porque sabemos que probablemente no podamos ir a ver a los amigos de fuera, quedar con la familia que está lejos, o desconectar y escaparse para hacer un viaje. Ahora que no podemos hacerlo, nos damos cuenta de lo importante que es marcar y celebrar fechas importantes en nuestras vidas. Nos dan energía, nos acercan, y dan sentido y dirección para seguir.
A pesar de la circunstancias, os animo a que seáis creativos y busquéis maneras diferentes para celebrar las fechas especiales. Preparar un nuevo plato o pedirlo en tu sitio favorito, o hacer un regalo original (algo personalizado como un vídeo, alguna carta especial, una canción…). Todos hemos descubierto nuevas oportunidades y talentos durante este tiempo.
Así que no dejéis de celebrar ni le quitéis importancia porque este pequeño gesto puede ser un hábito muy potente para animaros y afirmar en vuestro amor, sobre todo en estos tiempos de pandemia.