Algunos de vosotros quizá recordéis el caso de un fallo grave de la compañía de automóviles Toyota. Yo nunca me hubiese enterado del tema si no fuera porque es la marca del coche que conduzco. Básicamente, hace algunos años descubrieron que algunos modelos, al pisar el pedal de freno… ¡aceleraban!
Y bien, hay momentos en nuestra relación que nos puede pasar lo mismo. Muchas veces nos pilla por sorpresa y por algún motivo, ya sea el cansancio o simplemente tener un mal día, aceleramos con reacciones exageradas.
¿Reconocéis ese momento cuando estamos a punto de enfadarnos y discutir, en que sube la adrenalina y nos dejamos llevar por la cólera? Es una conducta muy automática: parece que lo más natural del mundo sea sacar todo fuera y empezar una discusión. Pero lo malo es que es muy difícil dialogar en medio de una tormenta de emociones en esos momentos de furia.
Muchas discusiones y enfados empiezan por razones muy poco importantes, pero si añadimos ese acelerón emocional parecen crecer en sus dimensiones. En estos momentos, lo que te aconsejamos hacer es lo contrario: pisar el freno y tomar una pausa. Podríais salir de casa, dar un paseo, ir al gimnasio… Cualquier actividad que os permita despistar esa atención enfocada al enfado. Una vez os hayáis tranquilizado, las voces y el cúmulo de emociones en vuestras cabezas disminuirán, y estaréis preparados para retomar el asunto.
Os lanzo ahora una pregunta:
¿Recordáis alguna vez acabar en una discusión muy fuerte a causa de esa "aceleración de emociones"? ¿os acordáis realmente del motivo de aquella discusión? ¿qué técnicas para "pisar el freno" os gustaría aplicar en el futuro?