La preparación al matrimonio según el Papa Francisco

Creo que lo importante es darse cuenta de que un curso de fin de semana no te va enseñar qué es un matrimonio.

Una y otra vez tocamos un tema que conlleva siempre polémica, ¿cómo mejorar los cursos prematrimoniales?

Creo que lo importante es darse cuenta de que un curso de fin de semana o de unos pocos días sueltos no te va a enseñar qué es un matrimonio. Podríamos pensar en cambiar el nombre de curso a otros como chequeo o taller preparativo antes de casarse. Este poco tiempo antes de casarnos no es buen momento para aprender. Como mucho, servirá para comprobar dónde estamos y en algunos casos ayudarnos a darnos cuenta de dónde y cómo podemos mejorar nuestra relación o incluso reflexionar si estamos a tiempo de posponer el compromiso. Es como el piloto de avión que tiene que comprobar si todo está preparado para despegar, no averiguar cómo se pone en marcha un avión.

En un curso uno aprende algo, a coser, a hablar un idioma, a cocinar… y desde luego en un curso prematrimonial no vamos a aprender a ser buenos esposos. Para eso tenemos el tiempo de noviazgo y la vida que nos espera juntos.

Entonces, ¿qué podemos hacer? ¡Estar preparados y abiertos para aprender! Observar a nuestras familias, y no solamente las buenas y felices, sino también las complicadas y con problemas. Uno también aprende de los errores de los demás.

Da importancia a tu tiempo de noviazgo, sé intencional con tu relación, pide ayuda cuando se complican las cosas, y busca apoyo y formación. Tenemos la suerte de vivir en una sociedad con recursos casi ilimitados. ¡Aprovechadla!

Y como siempre nos gustaría saber qué opináis vosotros. ¿Tenéis algunas ideas sobre cómo se podría mejorar "el cursillo" prematrimonial? ¿Alguno de vosotros tiene buenas experiencias de los cursillos que hicisteis? ¡Comparte e inspira a los demás!

¡Cuéntanos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.