Las virtudes en pareja: la perseverancia

Las virtudes son en la vida como una brújula que nos indica una dirección y ayuda a tomar decisiones en los momentos de incertidumbre. Ya hemos cubierto muchas virtudes en esta sección, y además están muy conectadas entre ellas. Por ejemplo, para amar bien necesito respeto y empatía, para llegar a conseguir nuestras metas voluntad y fortaleza, o para educar a los hijos mucha paciencia y generosidad. En fin, que los valores están conectados entre si y resulta provechoso conocerlos bien para poder marcar una dirección a nuestras vidas.

Ahora hablaremos sobre la perseverancia, que es como un imperdible que sujeta varias cosas a la vez. Sin ese soporte no llevaremos nada a cabo, sobre todo los asuntos que son de mayor valor e importancia en nuestras vidas.

Vamos a definirla más correctamente: la perseverancia es la capacidad de, una vez tomada una decisión, llevarla a cabo a largo plazo a pesar de las dificultades, cambios y desafíos que se presenten. 

Por tanto, la perseverancia es importante en pareja porque :

  • Te ayuda a marcar objetivos claros. Siendo conscientes de las metas a largo plazo (como puede ser el proyecto de un matrimonio), podemos planear mejor, marcar los objetivos a corto plazo, rectificar si hace falta y pedir ayuda para llegar a nuestros propósitos. 
  • Abarca muchos valores. Lo que ya hemos dicho: la perseverancia nos facilita crecer en otros valores. En una época de tantos recursos, oportunidades, opciones, informaciones… perseverar es importante. El mundo nos anima o tienta a rendirnos o cambiar a la mínima y abandonar lo que realmente queremos hacer.
  • Crea unidad y ambiente de apoyo. Con perseverancia podemos dar ejemplo a nuestros hijos, pareja o cualquier miembro de la familia. Con esa actitud de persistir, insistir en el camino de mejora, de desarrollo, de construir un camino… se cultivan muchos valores que nos ayudan a potenciar nuestras vidas.

¿Y cómo puedo trabajarla en mi matrimonio y familia?

Pues para ello te propongo un ejercicio: pregúntate ¿dónde necesito perseverar ahora mismo en mi vida? Es decir, ¿dónde necesitas seguir construyendo apoyándote en otros valores?. Por ejemplo: seguir amando en un momento difícil con generosidad y respeto, superar una enfermedad con optimismo y valentía, educar a los hijos en edades complicadas con paciencia y flexibilidad, o trabajar en un proyecto desafiante con fortaleza y humildad.

Creo que estas reflexiones nos ayudarán a ver lo importante que es la virtud de la perseverancia a pesar de que no es tan “visible”. Quiero decir que es más fácil mostrarse optimista, valiente, respetuoso, paciente… pero que la perseverancia está más bien oculta, casi invisible, y que la podemos perder de vista porque se prolonga en el tiempo y parece más bien un camino lento y severo. Pero es imprescindible para poder conseguir las metas más importantes.

Puedes escuchar el podcast en el que hablamos sobre esta virtud pinchando aquí.

¡Cuéntanos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.