Un retrato sobre las mujeres y el matrimonio. Cuenta tres historias, protagonizadas por Eva, Inés y Carmen, en las que se enfocan las relaciones con sus parejas. El denominador común es el problema de comunicación. La vida laboral ocupa el papel central y quizás en parte influye negativamente en las vidas de pareja.
Las frustraciones están provocadas o por falta de comunicación, compromiso, o por intentos erróneos para resolverlas. ¿Hasta dónde llega mi papel como mujer y esposa? Queremos ser «superwoman» encargadas de todo pero ¿realmente hace falta y es bueno para nuestras relaciones? El marido de una de ellas se lo echa en cara:
Puedo hacer las cosas también… distinto, más lento, pero puedo hacerlo. Tú tienes tu manera de hacerlo y yo la mía.
Las tres historias son muy diferentes, pero el lugar de trabajo constituye el vínculo entre ellas donde se apoyan, inspiran y pueden verse reflejadas. Está claro que el papel de la mujer de hoy ha cambiado radicalmente. Pero creo que las mujeres tenemos que preguntarnos de vez en cuando si no estamos quitando una parte importante al papel del hombre, dejándoles sin espacio.