On the rocks

Durante los encuentros con su padre, Laura reflexiona sobre su vida y las relaciones heridas del pasado, así como el papel que tiene el presente en su matrimonio y vida profesional.

Llevamos varios meses sin recomendar ninguna película, porque reconozco que cuando nos sentamos en el sofá, cada vez más optamos por series. Para mí, al final, una buena serie se convierte en un mini teatro… o algo parecido: el ritmo es más lento (con lo cual te permite reflexionar y fijarte en más detalles), los capítulos son más cortos, y los argumentos muy centrados y concretos. Por contra, las películas son cada vez más largas, con argumentos ambiguos, y un ritmo (tanto de la historia como de las escenas) frenético. Pero la película que queremos recomendar hoy es todo lo contrario, y quizás por eso nos gustó, resultó divertida, y provocó muy buenas sensaciones.

«On the rocks» es una película de Sofia Coppola del año 2020 y nos llamó la atención por varias cosas, pero sobre todo por cómo trata el tema del matrimonio. Laura (Rashida Jones) sospecha que su marido (Marlon Wayans) la está engañando. En búsqueda de apoyo reconecta con su padre Felix (Bill Murray) y ambos intentan averiguar la verdad. Durante los encuentros con su padre, Laura reflexiona sobre su vida y las relaciones heridas del pasado, así como el papel que tiene el presente en su matrimonio y vida profesional.

Es una historia con la que muchos de nosotros nos podríamos identificar y de la que hemos sacado dos moralejas:

  1. Es importante suponer la inocencia. Somos rápidos en sacar conclusiones, juzgar y asumir que entendemos todo. En la mayoría de los casos nos equivocamos y no tenemos datos suficientes para evaluar las situaciones. Todos caemos en pensamientos irracionales. Antes de que saquemos una conclusión es bueno dar al otro un voto de confianza y asegurarnos de que lo que pensamos sea realmente cierto. Si hemos construido una relación de confianza esto no debería ser un problema.
  2. La comunicación nunca sobra, no se puede sobre-comunicar. Para aclarar dudas o incógnitas es imprescindible una sana conversación, buenas preguntas, una buena comunicación. Si callamos la mayoría de las cosas importantes, o asumimos que el otro ya las sabe, es muy probable que se nos pasen por alto muchos detalles. En este mundo tan excesivamente comunicado por todos los lados es aún más crítico comunicar con claridad, frecuencia y habilidad.

Lo que atrae de esta película es su estilo diferente, parecido al de Woody Allen, realista y cercano, con diálogos profundos pero también divertidos. Nos encantó su ritmo relajado, que permite reflexionar, y sus muy buenos actores entre los que destaca Bill Murray por su aspecto elegante pero de personaje singular. En definitiva, una buena recomendación para reflexionar y pasar buen rato en pareja.

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