Según los estudios, las carreras profesionales son uno de los motivos principales de los problemas de pareja más serios. A lo mejor te sorprende o no te parece tan importante porque nunca llegaste a analizar el tema en profundidad, pero tanto mi propia experiencia como las historias de amigos y conocidos me confirman éste hecho. Queremos adaptar nuestros nuevos estilos de vida a la idea que aún tenemos del matrimonio del siglo pasado, y no puede ser.
Ciertamente los avances tecnológicos provocaron muchos cambios que en consecuencia cambiaron los papeles en nuestras familias. El problema es que muchos, creo, seguimos con mentalidades de antaño. A menudo copiamos costumbres y modelos anticuados en el modelo actual de pareja, donde ambos tenemos carreras y oportunidades profesionales iguales.
Creo que lo que más impactó a las relaciones son la economía y la educación. A pesar de los problemas de siempre, somos una sociedad cada vez más rica y educada. La gran mayoría nos casamos trayendo títulos universitarios, formaciones y experiencias laborales importantes. Muchos ya tenemos papeles profesionales muy desarrollados, con la mirada y las ganas puestas en ascender, mejorar y tener unos estándares de vida altos. Y me parece genial. Tanto hombres como mujeres podemos aspirar a las carreras con las que soñamos. Es una suerte y a la vez una bendición poder hacerlo.
El problema está en que queremos tener éste modelo de la familia, con los dos trabajando y ascendiendo en nuestros puestos, con la mentalidad de antes. Ahora, a parte de las exigencias del jefe, tienes que demostrar que también eres una esposa ideal, una anfitriona impecable, una madre perfecta y amiga moderna con ganas de fiesta. Me parece que a muchos se nos olvida que la idea del yo puedo con todo no encaja en un matrimonio donde ambos aspiramos a una buena carrera profesional.
La tensión en el matrimonio casi siempre viene más por la falta de la claridad que por la igualdad
«Couples that work» Jennifer Petriglieri
En su libro «Couples that work» Jennifer Petriglieri ha profundizado en el tema del modelo de parejas con carreras paralelas. Ha entrevistado a 113 matrimonios de 32 países y 4 continentes donde ambos tenían carreras profesionales desarrolladas y estaban comprometidos en tener una familia y relación feliz. Observando sus trayectorias profesionales llegó a la conclusión de que éste modelo de matrimonio pasa por 3 épocas de transición a lo largo de su vida:
- Etapa de ajuste de las carreras independientes hacía las interdependientes (¿Cómo lo vamos a hacer funcionar?)
- Etapa de identificación de los valores: cambio de la adaptación de las expectativas de la sociedad a la individuación, a lo que cada uno realmente valora y quiere (¿Qué es lo que realmente queremos?)
- Etapa de reinvención: la pareja busca maneras para reinventarse, y dejando sus carreras buscan nuevas oportunidades (¿Quiénes somos ahora?)
El tema laboral tiene mucho más protagonismo ahora que antes, y afecta no solamente al principio de nuestra relación, cuando estamos estableciendo nuestras carreras y buscando salidas profesionales, sino también a lo largo de nuestra vida como pareja. La autora del estudio afirma que cada etapa pasa por sus trampas y desafíos, pero el saber en qué etapa de transición nos encontramos nos ayuda a entender la situación para buscar soluciones.
Por ejemplo, en la primera fase es fácil caer en la trampa de tomar decisiones basadas solamente en los beneficios económicos, las decisiones a corto plazo o en ser prácticos. Si no expandimos nuestra visión un poco más hacía el futuro, éstas decisiones nos pueden limitar, provocar roces, frustraciones e infelicidad. La película Historia de un matrimonio nos muestra un ejemplo de cómo las decisiones a corto plazo no permitieron a Nicole y Charlie realizar sus sueños. No haber considerado opciones que les podrían permitir un desarrollo profesional, el bienestar como pareja y ser mejores padres, les llevó a la ruptura.
Es cierto que no es fácil ajustar dos carreras profesionales, a menudo exigentes, con la vida en pareja, y creo que pocas empresas se preocupan por el bienestar personal y familiar de sus trabajadores. Por eso los que tenemos que cambiar somos nosotros. Jennifer Petriglieri nos propone herramientas para poder pasar por ésas épocas de transición con tranquilidad, sin rupturas ni fracasos matrimoniales. Hay que negociar las decisiones profesionales teniendo en cuenta tres factores en concreto: nuestros valores, límites y miedos.
Cuando entendéis, compartís y habláis sobre emociones, valores y miedos, subrayando el aspecto práctico, os ayudáis a suavizar los problemas con tiempo
«Couples that work» Jennifer Petriglieri
Creo que lo que hace falta en los matrimonios de carreras paralelas es una nueva mentalidad. No podemos aparcar nuestras profesiones y pretender que de alguna manera las sacaremos adelante junto con nuestras familias. Hay que reconocer que nuestra profesión tiene un papel importante, tanto para mi como para mi pareja, y trabajar las distintas etapas con la idea de que es un bien para nosotros, para nuestro equipo de pareja, buscando soluciones que nos permitan tener una relación con una base segura junto con nuestras carreras profesionales, que aparte del beneficio económico también contribuyen al crecimiento de nuestro matrimonio.
Con el estilo laboral que existe hoy en día de contratos temporales, traslados internacionales, oportunidades de ascenso y cambios constantes necesitamos ajustar nuestras vidas para poder disfrutar y también tener la relación que queremos. Pero si nos dejamos llevar, es muy posible que en algún momento fracasemos en algo. Y tristemente, como damos mucho más protagonismo a nuestras carreras, será nuestra relación la que lo sufra.