Uno de mis fallos es que en muchas ocasiones hablo antes de pensar, o bien saco conclusiones en un abrir y cerrar de ojos. Creo que se trata de un defecto bastante común, ¿no os pasa a veces que en un momento de alteración emocional se os escapa una mala reacción, como un reflejo que sale sin intención? Las veces que no supe contener ese impulso casi siempre acabaron con un mal sabor de boca, con una sensación de vacío y malestar.
Cuando surge un conflicto generalmente es porque nuestros puntos de vista no están alineados, o bien hay algunos comportamientos o actitudes en el otro que no nos gustan. Este no es el mejor momento para sacar conclusiones ni comentar o criticar la situación. Es el momento de pararse, dar un voto de confianza a tu cónyuge (de algún modo dejarle explicarse, justificarse) y suponer su inocencia. Lo más importante es el otro, no el asunto. Vuestro amor debe estar por encima de las discrepancias.
Si quieres a una persona es imposible disfrutar obligándola a admitir un error. Las pocas ocasiones en que realmente he salido victorioso de una discusión, he tenido una extraña sensación de vacío en las entrañas que de algún modo te impide disfrutar del momento. Y no es así como quiero sentirme al final de una discusión.
Tim Dowling
Tampoco se trata de ignorar el problema y hacer la vista gorda para tratar de no estropear la paz. Lo más fácil y rápido podría ser olvidar el asunto y no entrar en más detalles, pero a lo largo de vuestra relación lo más óptimo y beneficioso será hacer una pausa y esforzarse por suponer que el otro tiene sus razones y permitirle que explique sus argumentos, opiniones, explicaciones acerca de la situación. Somos un equipo y por eso no se trata de competir entre nuestras razones particulares.
Piensa en alguna situación reciente en que has sacado conclusiones precipitadas, o juzgado enseguida. ¿Cómo habría sido vuestra discusión si hubierais presumido la inocencia del otro antes de la conclusión?
4 comentarios
La cantidad de discusiones que podríamos ahorrarnos si hiciésemos alguna de las cosas que sugiere este articulo!!!
Solamente con cambiar la idea de «ganar la discusión» por la de «entender al otro» daremos un gran paso adelante… porque tampoco hay que hacer la vista gorda porque al final el vaso siempre se acaba llenando, y es mucho mejor antes de llegar a la última gota, tener una conversación constructiva para entenderse… Muchas gracias!!!
¡Totalmente de acuerdo Jaime! De lo que tratamos en nuestro blog es de dar consejos sencillos que si se convierten en un hábito pueden marcar la diferencia. ¡Gracias por tu comentario!
Lo más importante es la persona, no el asunto.
Me quedo con esta frase, en la que deberíamos pensar todos constantemente. No ganamos nada pretendiendo tener siempre la razón o imponiendo nuestros criterios. Las veces en las que he puesto esto en práctica no sólo nos hemos sentido mejor, sino que yo, personalmente, he aprendido cosas nuevas!
Hola Claudia! gracias por compartir tu comentario. Yo también me quedo siempre con la reflexión de «lo más importante es la persona». Te cambia la perspectiva y ayuda ver el conflicto de una manera diferente y suaviza el problema…un saludo!