Una de las series que más nos está gustando, aunque reconozco que no desde un principio: hace un tiempo empezamos a ver los primeros minutos y la paramos, y la verdad es que si no fuera por el consejo de mi cuñado Jesús, nos la hubiésemos perdido. Así que afortunadamente le dimos otra oportunidad y nos tiene enamorados.
La serie narra la historia de una familia a lo largo de su vida, contada con constantes cambios de tiempos y perspectivas (pasado, futuro y presente). Gracias a estos viajes en el tiempo podemos ver cómo cambian las cosas si vienen narradas desde el pasado, el futuro o desde la visión personal de cada protagonista.
De aquí sacamos la primera gran lección: hay que dar siempre un voto de confianza y nunca aceptar que lo que vemos es lo que hay. Asumir la inocencia o que todo lo hacemos lo mejor que podemos dadas las circunstancias de cada uno es fundamental para tener relaciones sanas y felices.
No queremos hacer spoilers para quienes no la hayáis visto todavía, pero me gustaría destacar uno de los temas más importantes de la serie: el perdón.
Cuando damos cursos prematrimoniales hablamos del perdón como una herramienta muy poderosa en cualquier relación. Y es que estamos seguros de que es así. Sin perdón no hay relaciones sanas o felices, porque si no sabes perdonar te estancas y no puedes entregarte al otro. Me gusta pensar en el perdón como un movimiento hacia adelante. No se trata de olvidar, sino de comprender la situación y seguir adelante sin resentimientos.
En la serie vemos como cada miembro del familia Pearson lidia la batalla con el perdón y además, cuando no son capaces de perdonar (a veces incluso a sí mismos) es cuando se complican las cosas y surgen problemas, adicciones y crisis entre ellos.
Nos encanta también el tipo de relación que tienen los protagonistas, Rebeca y Jack. Son un matrimonio muy feliz pero tampoco ideal. A pesar de los problemas y las pequeñas crisis, forman un equipo excelente. Se influyen y se dejan influir. Se conocen muy bien y se admiran. Siempre tienen detalles uno con el otro. Saben celebrar, sorprender y regalar. Pero, sobre todo, siempre se perdonan o se piden perdón. Creo que es una de las cosas que les ayuda a ser tan buenos padres y pareja.
Nos llama también la atención la importancia que dan los directores de la serie al rol masculino, en concreto a los padres. Es algo que vemos muy poco en las pelis o series de hoy en día. Normalmente son las mujeres las que tienen un papel más destacado, así que nos gusta porque creo que necesitamos también ver el importante rol que tiene la figura paterna dentro de una familia.
No nos queda más que recomendarte esta serie que, aparte de una buena historia y muy buenos actores, aporta valores que podríamos copiar y vivir en nuestras familias y sobre todo en nuestros matrimonios.