Creo que muchos me vais a dar la razón en esta reflexión: La gente feliz y alegre tiene más amigos, más influencia y más éxito en la vida. Yo es lo que creo.
A todos nos gusta estar con el alma de la fiesta, quién tiene sentido del humor, no deja de sonreír y ve el lado positivo a todo. Por suerte casi todos nuestros amigos son gente feliz. Son cargas positivas que contagian. Son magnéticos.
El finde pasado estuvimos con una pareja que pertenece a esta categoría. Lo hemos pasado con ellos genial porque ambos transmiten felicidad y alegría por separado, pero sobre todo juntos. Cada uno irradia enormes empatía, respeto y alegría.
Acompañarles en algún viaje o a cualquier actividad juntos es un placer. Notas sus gestos de cariño, las ganas de comunicarse bien y de escuchar, sus actitudes positivas y abiertas. Todo esto nos atrae y crea un ambiente perfecto para descansar y profundizar en nuestras amistades. Es un matrimonio que nos inspira a aprender a ser mejores y además cada uno transmite confianza.
Sin embargo, recuerdo un viaje con otro matrimonio que estaba en crisis. Las discusiones constantes, la falta de respeto mutuo y la mala actitud entre ellos espantaba y creaba una tensión tremenda. De hecho a las parejas que están en crisis no les apetece compañía. Los que son conscientes de que su situación es mala evitan estar con otros, y los que no, incomodan a los demás y amargan el ambiente.
Creo que muchos hemos vivido alguna situación así, donde tienes que estar alerta porque no sabes cuando puede estallar la «guerra fría» y no tocar temas que sabes que pueden provocar discusiones. Son situaciones muy incómodas para todos.
Un matrimonio feliz es como un gran equipo. Generan un buen ambiente, confianza y autoridad. Todos quieren pasar tiempo con ellos y conocerles mejor. Se les admiran y muchos sueñan con ser igual que ellos.
Lo que transmites junto con tu pareja, la felicidad, alegría y bienestar, sin duda ninguna os abren muchas puertas y amplían el círculo de amigos. Simplemente, una razón más para cuidar nuestro matrimonio y darle la importancia.
¿Qué opináis? ¿Habéis tenido experiencias similares? ¿Reconocéis que preferís estar en compañía de parejas poco conflictivas?
P.D.: Natalita y Oscarin: gracias por servirnos de inspiración! 😉
1 comentario
No hay tantos estudios de las “parejas optimistas” como de las “personas optimistas”, pero creo que todo lo que dicen los estudios no solo es válido, sino que se multiplica exponencialmente en las parejas optimistas: son más felices, viven más tiempo, tienen más amigos, tienen menos enfermedades y son menos graves, disfrutan más de la vida y de las relaciones sociales… normal que nos guste más estar con ellos y que todos queramos ser así!!!