Uno tan diferente como yo

«Todos los hombres nos equivocamos pero los casados nos damos cuenta antes» (Ron Hall)

¿Has pensado alguna vez que tu vida en pareja tiene mucho impacto en la vida de los demás? ¿Que incluso cambia o inspira las vidas de los que os ven y conocen?

Un caso claro, y a la vez real, son las vidas de Debbie (Reneé Zellweger) y Ron (Greg Kinnear) retratadas en ésta película basada en su historia real. Me encanta su historia por la ternura, la autenticidad y el impacto que provocó en muchas personas.

Debbie y Ron son un matrimonio al que todo parece ir bien. La exitosa carrera de Ron como tratante de arte les permite una vida de ensueño: una casa increíble, dos hijos fantásticos, y la tranquilidad sureña de EEUU.

Una vida que aparenta mucho, pero de pronto hace su aparición una crisis que ya llevaba años afectando a la pareja.

¿Conoces el dicho de que no hay mal que por bien venga? Quienes somos creyentes sabemos que el mal que existe, o el que Dios «permite» que exista, al final tiene su sentido. Y es que, aunque en el momento pueda parecer que no tiene sentido alguno, al final sirve para que incluso de lo más malo surja algo bueno.

La vida de Debbie y Ron va ser un ejemplo claro. Si no fuera por su crisis y su posterior empeño de arreglar las cosas, ninguna otra vida habría sido transformada: no hubiera existido el centro de ayuda para la gente sin techo ni las decenas de vidas cambiadas para siempre.

«Todos los hombres nos equivocamos, pero los casados nos damos cuenta antes»

Ron Hall

Recuerdo de una frase que dice que «el matrimonio no te soluciona la vida sino que pone en evidencia todas las debilidades y fallos.» Ojalá nuestra relación nos impulse a ser mejores como personas e inspire a mucha gente a vivir una vida más plena.

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